lunes, 28 de diciembre de 2009

Trucha a la sidra


Hace unos cuantos años ya, cuando la vida me llevó a irme bastante lejos de casa a trabajar y sin tener ni idea de cocinar, mi santa madre me obsequió con un manuscrito en forma de recetario para torpes, para que su niño no pasara fame ya que desde ya tenía que empezar a hacerse las lentejas y era de buen comer.
Poco a poco fuimos mejorando y día a día lo que hacía empezaba a recordar lejanamente lo que estaba acostumbrado a comer en casa.
Bueno, el caso es que ahora, unos 10 años después y ya en casa de nuevo, sigo haciendo algunas de esas recetas.
Vamos con una de ellas, todas son muy fáciles, rápidas y económicas, una buena solución para la comida del día a día.
Empezamos con esta, a mí me encanta la trucha asalmonada, cuanto más grande mejor (esta era muy pequeña, 1.200 kg) pido que me la abran en dos lomos y que me quiten la espina y la cabeza.
En una olla, la de mayor diámetro que tengamos o sartén grande pochamos en un hilo de AOVE cebolla picada fina, ajo, una guindilla le va bien también, yo en este caso puse un poco de puerro que tenía perdido en la nevera.



Cuando esté bien pochado todo añadimos unos tacos de jamón, perejil y dejamos hacerse un poco, esto nos enriquecera nuestras verdurinas, y ponemos harina, una cucharada sopera, dejamos rehogar un poco para quitar el sabor a crudo y tostar levemente, la preparación se compactará.




Añadimos nuestra mundialmente conocida sidra el gaitero, depende de la cantidad que hagais, pero mas o menos de 1/4 a 1/2 botella, dejamos evaporar un ratín y a la vez empieza a ligar y reducir.



Yo probé con cava y no me gusta tanto, pero podéis probar.
Cuando tengamos nuestra salsina lista añadimos los lomos de trucha, ligeramente salados y con la piel para abajo.



Dejamos hacerse, mejor tapada porque no le daremos la vuelta y así se hace mejor.
Lo hacemos a fuego bajo y vamos moviendo la olla o sartén con movimientos circulares como si fuera un pil pil.
La salsa ha de quedar bien ligada, espesa y con un precioso y ligero color tostado.



También lo podéis hacer con otros pescados, lubina por ejemplo, una lubina de esas de pisci de ración queda bastante decente así.
Y ya está, rico rico y con fundamento jeje.
Como os parecerá un poco flojo el post, pues os meto un grupazo ;-)
La receta original no llevaba jamón, pero yo le puse hoy unos taquinos y queda muy bien.
Igualmente lo acompañé de unas patatinas cortadas finas hechas en 5 minutos.



Plato de media hora si te organizas bien y que sorprende, espero que os guste.

jueves, 17 de diciembre de 2009

Marañueles



Si tuviera que elegir un último desayuno como en las pelis tal vez elegiría un buen montón de marañuelas con un vaso de sidra de una buena leche, lo de las marañuelas lo podemos arreglar pero lo de la buena leche ya esta más complicado.
Mi güela
Amelia era de Luanco y en casa siempre había leche de vaca, y digo bien, de vaca, no sucedáneo de brick y siempre estábamos juntando la nata para que, cuando hubiera bastante, irse a Luanco a hacer marañuelas, las cocían en un horno de panadería y se venia para casa con kilos de marañuelas.
De aquella a uno no le interesaba mucho como se hacían las marañuelas con lo que perdí la oportunidad de saber como se hacen de verdad, así que ahora que ya soy medio mayorín tengo que buscarme la vida y rezar para que salga algo comestible.
Me gustaría que si alguien supiera hacerlas o la receta buena o algo que añadir que lo haga, me encantaría saber como las hacen las abuelas :-)
Bueno, empezamos, necesitamos azúcar, harina, anís, levadura royal, la rayadura de un limón, 12 yemas y alguna clara y mantequilla.
Empezamos con la mantequilla, no es ningún secreto que las mantequillas del super son una castaña, vamos a intentar mejorarla un poco, vamos a clarificarla ligeramente.
Ponemos unos 350 gr de mantequilla en una olla a fuego bajo-medio, la dejamos al fuego un rato, que se separen sus fases y sacamos bien esa "espuma" blanca que sale, luego colamos y reservamos para que enfríe.





Con esto quitamos el sabor a crudo de la mantequilla y la tostamos ligeramente, le da otro gusto.
Tampoco creáis que esto es clarificar la mantequilla, pero para esto creo que nos llega así.


Tamizamos 1 kilo de harina al que añadimos 1 sobre de levadura royal y la rayadura de 1 limón y hacemos un volcán con ella, por la parte de dentro del volcán ponemos medio kilo de azúcar.

Ahora después de añadir la mantequilla


Dentro de nuestro volcán metemos las 12 yemas y una clara (el resto de claras las reservamos por si nos hacen falta luego), igualmente añadimos el anís (al gusto) y nuestra mantequilla líquida.
Ahora a quitarse los anillos, relojes y demás y a pringarse bien las manos mezclando y amasando. Si veis que no queda la masa bien, podéis añadir un poco más de clara, yo tuve que añadir un poco más de clara.
La masa tiene que ser maleable, que no se resquebraje, soy muy malo para describirla con adjetivos pero veréis cuando está lista porque podréis trabajar bien con ella, si no no hay dios quien la trabaje.



Ahora solo queda coger unas pequeñas porciones y hacer churrillos y darle forma, yo como soy medio muñón solo se hacer estas formas pero si sois medio hábiles podéis hacer trenzas y mil formas divertidas.



Ahora queda hornear, el mejor consejo es ir probando, como tendréis que hacer varias tandas probáis.



Para orientaros y siendo conscientes de que cada horno es un mundo, podéis meterle 10 minutos por abajo, y luego 10 por arriba o hasta que estén.
Yo también probé con el ventilador, 10 minutos en la parte baja del horno, 10 en la alta y al medio hasta que estén, unos 5 más o menos y otra bandeja para el horno ...
A mi me salieron 37 hermosas marañuelas de las que media hora después quedan 30 jeje

Yo no tenía anís en casa y no me apetece comprar una botella solo para esto así que use semillas de anís.



Las trituré y pulvericé y las mezclé con la harina al principio y para mi gusto quedó más rico que con el licor.
Y poco más, insisto en que ojalá alguien me pueda ayudar a mejorar estas marañuelas.
Espero que alguien se anime con este típico dulce tan nuestro (veréis que chepos son los de las conferías porque la primea vez que las hagáis estarán mas ricas que las compradas)




domingo, 13 de diciembre de 2009

Asador la Miranda


Creo que no hay ningún post por ahí de este sitio y me parece una pena y un gran desconocido en nuestra Asturias.
En el alto de la Miranda y a pocos km de Posada está este asador, porque es lo que es, un asador al más puro estilo castellano.
Había oído varios comentarios, todos ellos buenos o muy buenos además de tener "fama" de algo carillo.
Bueno, mi idea es todo lo contrario, no es nada caro y se come, permitanme la licencia, como dios.
Es un sitio que funciona muy bien por lo que hay que reservar si queremos garantizar mesa, los fines de semana está lleno, si queréis lechazo o cochinillo de la que reserváis mesa reserváis la comida porque se acaba.
Tiene buen aparcamiento.
La sala está muy guapa, no tan castellana como puede uno esperar.
El servicio clásico, correcto y de la vieja escuela, nuestro camarero muy profesional.
Eramos 4 y yo quería probar el lechazo y el cochinillo.
Según nos dicen una de lechazo da bien para dos personas y una de cochinillo es un pelín escasa para dos.
De lechazo se puede pedir media (18 €).
Aparte pedimos unas croquetinas de jamón y unos callos.



Vamos con las croquetas (9,50 €), mejor que la media y de lo que yo esperaba, la cosa empieza bien, si mal no recuerdo me parecen casi clónicas a las de la venta del jamón, será por proximidad jeje.



Los callos (11,50 €), bastante buenos también, pecaban de poco trabajados y poco gelatinosos, pero igualmente mejor que la media y con un puntín picante quizás algo pasado para los que no les gusta demasiado el picante.
Venían con unas patatinas panadera que estaban casi mejor que los callos mmm.



El cochinillo (26 €)
Cochinillo perfectamente asado, con la piel rustida y crujiente, muy bueno, dudo que por esta zona se pueda comer mejor.
La foto de encabezamiento es un cochinillo entero, son 100 euros y es para 4 personas sobradamente, me parece un plan muy atractivo para ir unos cuantos y enfrascarse en una orgía carnívora.



El lechazo (36 €)
Sólo tienen lechazo de la IGP de Castilla y León.



Jugoso, sabroso, maravillosa grasa, exquisito.
Va en gustos, que te guste mas el lechazo o el gochín, desde luego a mi me sorprende más el cochinillo porque lo como menos, y de esta calidad menos aun.



El cochinillo y el lechazo vienen con ensalada, muy buena y perfectamente aliñada, buen vinagre y aceite, y tambien con patatas y pimientos.

Los postres, correctos, de los que se pueden pedir por lo menos, tiramisu, arroz con leche, flan y tarta de la casa (de 3,20 a 4 €)



Para acabar una mistela y un oporto, una mistela negra de mas roig y un oporto taylors special tawny,luego nos dejamos rodar un poco miranda abajo y llegamos al sofá y a hacer la digestión :-D



La carta de vino relativamente extensa, por supuesto exclusivamente nacional, pero con bastantes D.O, nosotros nos decidimos por un castell de remei, del que hoy en día no recuerdo mucho así que no me debió gustar demasiado, si recuerdo que es un vino original, distinto a lo "típico".
Pues todo esto más cafés, agua, otra de ensalada y otra de patatas salio por 35 eur por persona, sales fartuco y si te gusta el asado disfrutas mucho.
Decir que fue mucha comida, eramos 4 fartones y acabamos medio muertos, se puede hacer más barato, dos personas con una de lechazo y una ensalada quedan perfectamente.
Espero que si alguien se anima nos cuente sus impresiones.




sábado, 28 de noviembre de 2009

Ca Suso



Muchas ganas tenía de conocer ca suso, hacía tiempo que vengo oyendo experiencias y tenía mucha curiosidad, así que por fin pude conocerlo.

El restaurante es pequeñín, acogedor y muy guapo.

No tienen menú degustación así que nos apañamos "algo parecido".

Pedimos media de croquetas líquidas de la peral, 2/3 de empanada negra de chipirones con piperrada y 2/3 de arroz bomba amariscado con carabineros y trigueros, 1/2 taco de cordero con cremoso de patata y ensalada de varé y 1 de dorada salvaje en caldo de pescados de roca, menos el pescado y la carne, que fueron uno para cada uno, el resto de platos vinieron perfectamente emplatados para 2.



Llega un aperitivo de la casa, una estupenda crema de fabada con griñispos, los griñispos son lo que queda después de derretir la grasa del tocino de cerdo.

Una crema de fabada made in thermomix en cuanto a textura se refiere, que resultó perfecta y unos griñispos, un descubrimiento para mí y que me fascinaron, una textura increíble, viciosísimos.



Empezamos con las croquetas de la peral (la foto es media ración), 5 hermosas croquetas de las que no tengo fotos del relleno porque son completamente líquidas, con estas superé el cupo de croquetas líquidas, me aburren ya, muy originales y con cierta dificultad técnica pero, en mi humilde opinión no son comparables a una buena bechamel hecha a base de darle al brazo fuertemente, así que hasta siempre croquetas líquidas, fue un placer.



Seguimos con la empanada (la foto es la mitad de 2/3 de ración), perfectamente emplatada para dos, un brochazo de tinta negra sobre el plato, encima una masa de color negro que no aporta demasiado sabor, encima unas verduras guisadas a modo de piperrada y unos chipirones salteados, poco más que decir.



Llega el arroz (la foto es la mitad de 2/3 de ración), buen arroz y de calidad, meloso, con cuerpo y sabroso, en su punto perfecto.

Un carabinero pequeño y una tira de triguero blanqueado.

Ah, y la nota sorprendente, las patinas de los carabineros de acompañamiento, crujientes y deliciosas, muy muy sabrosas.



Los principales, media ración de cordero.

Cordero confitado, desmenuzado perfectamente y en trozos pequeños, muy fácil de comer, poco graso y muy muy tierno.

La ensalada testimonial, con unas briznas de queso de varé y el resto de acompañamientos del plato correctos que no es poco.



Y llega la estrella de la noche, la dorada salvaje, 1 ración

Un plato en el que brilla la dorada salvaje, su frescura, potencia y bravura, demasiada para mucha gente que le gusta el pescado mas “civilizado”, en la base, un fondo de pescados de roca, que siendo correcto, para mi se queda un poco corto en cuanto a potencia se refiere, un poco más reducido ganaría muchos enteros.

Dos lomos de la parte trasera, en su punto perfecto, acompañaban unos tirabeques salteados y unos increíbles berberechos, exquisitos ellos por calidad y por preparación, poco hechos y de los mejores que comí hace bastante tiempo.

Por poner una pega a la dorada, le tostaría un poco más la piel, o mejor dicho, le tostaría la piel.

Llegan los postres y estos dos fartones aun tienen un poco de fame.



Tarta de queso horneada del día, frutos rojos y su sorbete.

Buena tarta de queso que contrasta con la acidez de los frutos rojos y el sorbete de los mismos.



Mousse de chocolate negro, leche merengada y nuez moscada.

Pese a no ser yo muy chocolatero me gusto muchísimo este sorprendente postre, una mousse delicadísima sobre “algo” riquísimo, un helado de leche merengada salpicado de nuez moscada.


En este caso las expectativas superaron la realidad, malditas expectativas, salimos a 40 eur con 1 copa de vino de 2 eur y una botella de agua, no puedo evitar pensar por cuanto saldría con una botella medio curiosa de vino y en la RCCP.


Y ahora un vídeo para iniciados, la que para muchos es la primera banda de heavy metal, Humble Pie.
pd.: Jorge, algún día pondré uno más actual y acorde a mi edad jeje, hasta entonces disfruta ;-)


lunes, 16 de noviembre de 2009

Al son del Indiano



Empecé mi andadura en la alta gastronomía con este restaurante hace muchos años, en el 95 más o menos.
Esto es cierto, aunque no menos cierto que después de esta visita tuve el tema un poco abandonado jeje y lo retomé hace "4 días" convirtiéndome en el mayor de los sectarios y apasionados de este caro mundo.
Bueno, al tema, que tenía un montón de ganas de volver, de charlar con Paulino, del que tenía un gran y entrañable recuerdo y que después de esta visita no hizo si no mantenerse o aumentar si cabe.

Tuve la suerte de que me regalaran para el cumpleaños un fin de semana en al son bajo el nombre comercial de 1+1=1, se trata de una noche de casa rural (que está a escasos 50 metros del restaurante) y una comida o cena en el restaurante, esto son 120 euros dos personas, me parece un precio imbatible y una pasada, yo desde luego una vez al año por lo menos volveré.
De la casa rural poco diré, todo está más que correcto, chimenea, vistas impresionantes, tranquilidad total y sobre todo, y repito, sobre todo el trato humano que allí te dan, les estoy totalmente agradecido por las atenciones prestadas.

Poco que decir de la sala que no se haya dicho ya, el nombre de este restaurante ya nos da una pista de lo que encontraremos dentro.



Empezamos con lo importante, la zampa :-)
Tuvieron el detalle de cambiarnos un plato del menú porque Marta estaba con su barrigona.
Al llegar pasamos por el restaurante a hablar con ellos para la hora de cenar y tal, vieron a Marta embarazada y sin decir nada nos cambiaron el menú y lo adaptaron a ella, no vegetales crudos y no carne poco hecha.
Cuando nos sentamos y nos cantan el menú nos dicen que lo adaptaron a nosotros por este motivo y que si queríamos adaptar lo que quisiéramos que sin ningún problema, todo facilidades.



Empezamos con una mantequilla casera a modo de aperitivo de la casa.
De mano la aborrezco porque estoy ya aburrido de esta costumbre afrancesada y un poco caduca, pero esta me sorprendió, sin duda la mejor y más sabrosa mantequilla que probé nunca, impresionante.



Llegan las famosas croquetas líquidas de ortigas con queso de cabra y reducción de remolacha.
Pequeñas, perfectas para comerlas de un bocado, se cogen con los dedos y se aplastan entre la lengua y el paladar, es divertido el juego de la explosión, pero como ya os dije varias veces, ya me saturé de croquetas líquidas, no me entusiasmó el plato.



Aparece como segunda entrada una tapa de queso fresco con wasaby, langostinos, crujiente de puerro y vinagreta de soja con miel.
Plato frío de verano, muy resultón a la vez que sencillo, no enamora pero se agradece en la mesa.
Se trata de un queso fresco tipo afuega'l pitu potenciado con wasabi, rodeado de una juliana de puerro tostadina y muy prestosa y un langostino de calidad, redondea el plato la vinagreta no excesivamente potente.
Nos contaba Paulino que en 30 litros de queso añaden una cucharilla de wasabi, así que si alguien se atreve a jugar con el wasabi cuidadín porque acabáis en urgencias.



Por fin aparecen los principales, una de carne y otra de pescado.
Salmón salvaje de Alaska.
Un descubrimiento, algo que todos deberíamos probar.
El color cambia respecto al salmón "comercial", aunque esto no dice mucho porque depende del método de cocción.
No me resisto a meter la nariz en el plato, vaya como huele el salmón!!!!!!!!!!!!!!
o esto esta pasado o es un pez muy raro.
Lo pruebo y se produce la magia, salmón extraordinariamente potente, ligeramente salado, pero no porque se le haya añadido en la preparación, desde luego puedo decir que solo comí salmón 1 vez en mi vida, esta.
La preparación muy sencilla, supongo que preparado en el rational sin más, sobre unas perfectas y pochadinas patatas panadera, gran plato que añadir al curriculun de sabores descubiertos y que te enriquecen.



Y llega la que iba a ser la estrella de la noche.
Confit de pato a la naranja.
Brutal, nos contaba Paulino que lo confitan a baja temperatura en grasa de pato durante 15 horas.
Bueno, la carne proviene de muslos de pato, cocinada como dije arriba, una vez perfectamente guisada la tuestan imagino que con el grill hasta darle un toque único.
La salsa es viciosísima, con un toque de naranja, exquisita, un platazo.



Tiramisu
Clásico y perfectamente ejecutado postre, sin sabores ni vueltas extrañas, muy rico, acompañado por una galletina riquísima.



Nuestro arroz con leche
Este ya tiene alguna vuelta más, en el fondo una gelatina de limón, buena y casera, una finísima crema de arroz con leche y un helado de canela.
No me emocionó tampoco y después del pato casi cualquier cosa era bajar el nivel.

Variedad de vinos a elegir, tintos, blancos y cavas, todo dentro del menú, todos ellos clásicos, el elegido fue un mayor de castilla roble, poco que decir de él.

Un poco de sobremesa porque estábamos cansados y el cafetín abajo, en la sala de arte que llaman, donde Paulino te prepara el café, te o infusión que elijas.
Amplia carta de tes e infusiones.

Resumiendo y escribiendo esto varias semanas después de haber ido, me gustó mucho y volveré sin duda, uno de los básicos y grandes de Asturias para mi y no solo en cuanto a lo gastronómico se refiere, tiene algo especial, a mi por lo menos me llegó.
Hay algo en esta casa que engancha, que te llega y para un flipao de la cocina como yo es un placer poder hablar largo y tendido con Paulino tomando el café relajadamente.
Como anécdota diré que al ver a Marta tan embarazada, habló con la gente del pueblo para estar ya preparados por si había parto en Malleza, tenía un plan en toda regla montado jeje, fulana que ya había atendido 3 partos sería la matrona, él también, mengana se encarga de las toallas, la otra del agua caliente y así un largo etcétera hasta completar un plan en el poco o nada podría salir mal jeje, Malleza estuvo en alerta esa noche ;-)
Gracias al son y a la responsable de la casa rural por hacernos pasar un fin de semana inolvidable, la próxima vez iremos 4 :-)



Os dejo con las vistas que tenia desde la ventana de mi habitación, si escribiera los post desde ahí seguro que me salia algo decente de vez en cuando ;-)