Estamos lanzados señores, a ver lo que dura !!!!!!
En fin, vamos con otro pequeño gran y rico plato.
No deja de ser una tortilla tradicional pero ligeramente distinta.
Cocina tradicional actualizada que dicen por ahí, no sé..., una tortilla de patata coño!!!!
Aprovechamos estas joyitas que aun nos da la maltrecha naturaleza y vamos a hacer una tortilla rica rica.
Bueno, para empezar vamos a pochar y caramelizar cebolla, bastante cebolla, - qué sería de la cocina sin la cebolla !!!!!!
A mí personalmente me gusta con mucha cebolla, si la caramelizáis mucho cuidado porque es muy potente y se lleva todo lo que le metáis, a mí me encanta el punto que le da a las tortillas, en su justa medida claro está.
Por otra parte, vamos a pochar a fuego no muy alto unas patatas con unos ajos machacados.
Dejamos enfriar las patatas en el aceite, no temáis, más aceite que han absorbido ya, ya no lo harán. Necesitamos que las patatas y la cebolla esté fría o templada para que no actúen sobre el huevo.
Si las ponemos calientes el huevo ya se empieza a cuajar.
Escurrimos bien las patatas, añadimos la cebolla y pisamos un poco, que quede la patata bastante fina, que no haya trozos grandes.
Bien, ya tenemos la base.
Podéis añadir, poner o quitar los ingredientes que queráis.
Ahora salteo ligeramente unos boletus, muy ligeramente y corto en brunoise y añado a la base de patata.
Para esto uso la parte más fea del pie de la seta, la mitad inferior del pie más o menos.
Ahora vamos a hacer una especie de tortilla individual.
Necesitamos unos aros que nos hagan de molde.
Metemos los aros vacíos al horno, que estén bien calientes, luego veréis el motivo.
Separamos las claras de las yemas de unos buenos huevos.
Montamos las claras por debajo del punto de firmeza, es decir, semi firmes.
Ahora a la base de patata ya con cebolla y boletus añadimos la o las yemas y la clara montada.
Hay que poner menos clara que yema, por ejemplo, si usamos dos yemas ponemos una clara.
Esto nos dará una tortilla más ligera, jugosa y nos suflará un poco si queremos y usamos el horno.
No hay nada mejor en la cocina que mirar y probar y añadir más o menos de esto o aquello, así que miráis como va quedando la mezcla y ponéis más yema, clara o lo que sea, nunca llevará la misma cantidad, depende de mil cosas, así que a experimentar queridos lectores y a joder varias tortillas, es el único camino hacia la sabiduría !!!!!!!!
Ahora en una sartén con un hilo de aceite ponemos el aro, rellenamos con la mezcla.
La tortilla se cuajara por la base por el calor de la sartén.
Por los laterales ya empezó a cuajar porque el aro estaba bien caliente, así todo tenemos que ayudar y la mejor manera es con un soplete, con el soplete le vamos dando por los laterales.
El molde previamente a introducir la mezcla, lo habremos pintado con aceite para luego desmoldar bien, de todas formas ayudaremos con una puntilla a desmoldar.
Nos falta la cara superior por cuajar, pues bien, soplete también aunque a mí no me gusta mucho, me parece que al aplicar el calor directo de la llama del soplete añade sabores que no me gustan.
No quedará muy guapa, por eso encima vamos a poner unas sabrosas y estéticas láminas de boletus para tapar lo feo jeje.
También podéis hacerla al horno, a calor fuerte un ratin, lo justo para cuajar la superficie, así es como más me gusta.
Al que le guste la tortilla mazacote de los bares esta no le gustará, porque tiene que estar cruda por dentro.
Si la queréis más cuajada más horno, asi tambien os suflará más, al gusto de cada uno.
Esta de la foto fue la primera que salio y quedó más pasada de lo que debería, sobre todo por la base, me pasé de sartén, las siguientes salieron mejor pero ya no tengo fotos.
Es una forma distinta y divertida de hacer la tortilla y podéis quedar bien en una comida sorprendiendo al personal con algo rico que no deja de ser una tortilla de toda la vida.
Espero que os guste y sobre todo que os animéis, probéis, cocinéis y nos contéis.