Vamos a seguir de restaurantes, el otro día fuimos a cenar a casa Victoria, en las Caldas, aquí os pongo su
webA los que no conozcáis la zona, os aconsejo ir mejor de día, y a ser posible con buen día, para dar un paseo por la zona y disfrutar del entorno.
Yo este sitio lo conocí de pasar por delante muchas veces, siempre me llamó la atención, ahí tan apartado, no se, como que me dio buen rollo, y nos decidimos a ir por fin a probar.
Anuncian mucho un menú para dos a base de buey, y como uno es débil, pues se buscó una pareja para el evento que no coma mucho para que le toque más a él
jeje.
El primero en ir a este sitio, como no
jeje, fue el gran
fartón, y en su blog hizo un
postEra de noche y hacia frío, pero con un día medio curioso se puede disfrutar enormemente tomando una sidra en la terraza.
Era jueves y como no, estábamos solos en el local, el servicio atento, correcto y profesional.
Nuestra mesa estaba pegada a la chimenea, cosa que ayudo para hacer más cálida la velada.

Eramos 4, empezamos con una ración de croquetas líquidas de queso
Afuelga'l
pitu (9,5
eur).
No les doy el aprobado, estaban líquidas, lo único, de sabor muy flojas y el rebozado horrible, muy "artificial".

Llegaron unas verduras de la huerta a la plancha (11,9
eur), con un punto perfecto, inmejorables, sin duda saben tratar las verduras en casa Victoria.

Seguimos con una ensalada de quesos asturianos (12,8
eur), los quesos con un toque muy agradable de plancha, ligeramente caramelizados, no todos, el
cabrales estaba a pelo.
Perfectamente presentada y aliñada, destacaba un ligero dulzor tremendamente
adictivo.

Llegan los principales,
ibón de buey para dos con unas patatas de las de verdad fritas, y una ensalada.



Por otra parte de la mesa, un bacalao al horno con
gratinado de
ali-
oli y cebolla caramelizada (18
eur) y un arroz de la casa con setas y trigueros
crujientes (10,50
eur)


El buey,
ibón de buey, es una pieza que tiene solomillo y
chuletón.
Se supone que es una cantidad sobrada para dos, para dos comilones no.
Viene con un golpe de parrilla (supuestamente), a mi me pareció más plancha, y un plato refractario.
La carne no era mala, era tremendamente blanda, parecía mantequilla, pero carecía de esa potencia y
mineralidad que a mi me gusta, estaba correcto, por 59
eur todo el menú de buey para dos personas,
ibón para dos, ensalada y patatas fritas, postres y vino, tampoco esperes la carne de las carnes.
El arroz estaba igualmente correcto, perfecto de punto, con muy buenas y bien tratadas setas, pero poco potente para mi gusto, también es cierto que yo lo que más valoro en un plato es la potencia de sabor, y es difícil conseguirla, ración generosa.
El bacalao, correcto igualmente, bien preparado, pero hoy en día es francamente difícil conseguir un buen bacalao, y este no era una excepción.
Con el menú del buey venía de postre frisuelo de chocolate relleno de arroz con leche, correcto sin más, no soy nada chocolatero.

También pidieron una tarta de chocolate con chocolate negro y mousse de chocolate, que no probé porque era demasiado chocolate para el
lolo, pero quien la comió se está todavía
rellambiendo, ración hiperabundante, casi inacabable.

2 cafés, agua y 1 cerveza (el vino venia con el menú de buey) 133
eur, nos invitaban a
chupitos y demás pero no tomamos nada más.
Salimos a 33
eur por persona, cocina sin complicaciones con un leve toque de modernidad, sitio agradable, servicio atento y profesional, música
jazz de fondo.
Lo del buey no lo tengáis muy en cuenta, soy un poco
raruco para el buey, seguro que a muchos de vosotros os
parecerá muy bueno.
No se si
aconsejaroslo o no, cada uno que decida, a mi me presto globalmente, pero no se si volveré, hay muchos sitios que quiero conocer.
Ale, el próximo de
cocineo que es lo nuestro y esto es muy aburrido y se les da mejor a otros ;-)