Vamos con uno de restaurantes, o mejor dicho mesones, porque es lo que es, un mesón.
El Molinero se merece no uno si no mil post por lo que disfruté en esa casa, la última esta que os cuento, pero podría contaros cualquier visita porque es el sitio más regular que conozco jeje, siempre, vayas cualquiera de los 365 días que está abierto, a cualquier hora, siempre comerás igual.
No hay carta, no hay manteles, platos de barro, te sientas y pides, eliges entre pinchos (ya os cuento ahora que son) chorizo (una especie de chorizo a la sidra, sin sidra como es lógico) queso, ensalada y creo que nada más.
El Molinero esta en Traspinedo-Valladolid, pueblo en el que las barras de lechazo son tremendamente típicas y base de la oferta gastronómica, yo no os puedo hablar del resto de restaurantes, pero tengo muy buenas referencia de gente que conoce todos y para ellos este es el mejor, yo no se si es el mejor o no, pero yo desde luego no probaré otro porque aquí el lechazo roza el cielo.
La famosas barras son como una especie de pincho moruno a lo bestia de trocinos de lechazo, de churros castellanos, ellos hacen todo, le llega el bicho entero y lo transforman hasta ensartarlo en la susodicha barra.
Bien, una vez que tenemos nuestro lechazo en la barra tenemos que asarlo, y que mejor para ello que unas hermosas, nobles y delicadas brasas de sarmientos de la zona.
Aquí la maestría, experiencia y pasión de Carlos no tiene precio, este hombre no sabe que es la reacción de maillard, ni que es caramelizar, ni tostar, ni sellar, ni nada de nada, pero hace el cordero como nadie, la pila años que lleva haciéndolo hace que no falle una barra, en su punto exacto todas, tiene un ritual para asarlas digno de estudio.
Es un lechazo de inmejorable calidad, tiernísimo, una vez vi una mitad que tení en la nevera y era una miniatura, pequeñísimo, increíble.
Son trocinos pequeños que son inevitable comer con las manos, asi que aunque pongan cubiertos sera imposible no salir de alli con las manos "sucias", bendita suciedad!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Están tostadinos por fuera pero increíblemente tiernos por dentro e invadidos por el sutil aroma de las mimadas brasas del sarmiento.
El antes
Y el después
En fin, intentar seguir describiéndolo es una pérdida de tiempo, que tan buenas coño, como la sidra Pachu ;-)
Una vez que ya hablamos de la estrella de la casa, pasamos a la segunda estrella, la ensalada, muy buena, buen tomate, lechuga bien tratada y fresca, cebolla no demasiado fuerte y sobre todo, el aliño, no se os ocurra no pedir ensalada, y menos decir algo malo del vinagre jeje, él hace el vinagre y la verdad es que esta buenísimo, hace de una simple ensalada algo memorable, el aceite pasa completamente desapercibido.
Cabe reseñar también el queso, típico, de oveja (qué si no???), de una quesería que hay en Sardón de Duero, pueblo que hay a poca distancia que os aconsejo visitar y comprar queso, muy bueno.
Ah, y el chorizo, esta bueno, pero al lado de las barras ..., pero vamos, que se puede pedir :-)
Los postres totalmente prescindibles, seguro que nadie pensaba lo contrario jeje, se pueden tomar pero del montón, en este caso una tarta de queso supuestamente casera y una tarta de la casa (nata, piñones y caramelo)
De beber un vino de la casa, lo hacen ellos también, tinto, muy bueno coño y a 6 eur.
Y poco mas que contar, un sitio básico para mi y en el que disfruto como un guaje rucando hasta el ultimo hueso del lechacín.
Ah, una barra para uno esta mas que bien, nosotros fuimos 4 y con un poco de queso, chorizo y ensalada con 3 barras fue suficiente, también es cierto que una persona comió poco.
Las barras son a 15 eur, la ensalada 5, del resto no me acuerdo pero la comida salio por 96 eur para 4 personas con todo esto que os conté, de la que saliamos nos regalaron una botella de clarete, de su clarete de elaboracion propia, ya os contaré que tal está.
Si alguien va, espero que le preste y que nos cuente.