
Con este post, aparte de hablaros del restaurante, quiero hacer una reflexión sobre una cosa en la que creo firmemente.
No hay nada como ver las cosas por uno mismo, vivirlas, en todo en la vida, hay que darse la hostia, no vale avisar a alguien que se la va a dar, si no te la das no aprendes, a mi me pasa eso por lo menos.
Con todo esto voy a que lo relaciono mucho con esto de los blogs, por ejemplo, yo ahora cuento mi experiencia en este restaurante, sea positiva o negativa, pero con ello no quiero y no me gustaría que nadie lo quitara de su agenda.
Lo que yo cuento son mis vivencias, sensaciones y en ello influyen muchas cosas.
Yo creo en una especie de magia, un conjuro misterioso que a veces se crea entre el cliente y el restaurante, si esa magia te atrapa ayuda mucho a que la comida sea memorable, si no te pilla, cosa que puede ser debida a multitud de motivos ajenos al restaurante, la cosa se complica mucho más.
En este caso, por ejemplo, había reservado para las 15:00, no me gusta llegar tarde a ningún sitio, pero a las comidas me gusta llegar con tiempo de sobra, en este caso llegué al restaurante a las 15:25 aprox, a partir de ahí con la consecuente putada para el restaurante porque era un menú degustación y entiendo que lo tendrían todo medio organizado, la magia no me atrapó.
Dicho esto y con la intención de disculpar al restaurante de lo que considero una no buena comida, todo empezó cuando una persona a la que considero con un criterio y gustos de los cuales me puedo fiar, fue a comer a un restaurante del que me habló "maravillas", le gustó mucho.
Yo no tardé más de una semana en ir, aproveché una gestión que tenía que hacer en Madrid y ya estaba liada.
Esta persona a la que todos conocéis y casi simultaneamente a este post sabréis quien es, tuvo otra visión completamente distinta del mismo restaurante una semana antes.
Si le hacéis caso a él lo probaréis, si me hacéis caso a mí no iréis, entonces a quién hacer caso? de quién fiarse más? pues de nadie, el vivió lo suyo y yo lo mío, así que lo mejor es leer ambas vivencias y si se puede, vivir la tuya propia que seguro que no será ni parecida a ninguna de las dos narradas.
Bueno, entremos en materia por fin, que si uno no es cocinero imagínense literato.
Como no podía ser de otra forma, elegimos el menú degustación, 110 eur con "maridaje" incluido, a priori la fórmula me parece muy atractiva.


La base del maridaje era un riesling que Abraham distribuye y que me gustó mucho y un rioja fácil de beber que apenas probé por tener que conducir vuelta a casa.
Antes de empezar te traen un aceite "marca" Abraham García que no me gustó demasiado, un poco flojo.

Empezamos con un entrante doble, crema fría de galeras y un gazpacho clásico con pan crujiente de Cerdeña.
Buen gazpacho, extraordinaria madurez de los tomates y muy buena crema de galeras, potente, sumamente adictiva, con un puntín picante muy logrado, me gustó mucho, unas hebras de centolla gran antártica y unas notas de mostaza antigua por ahí, raciones generosas.
Llega el camarero con una fuente afrancesada y caduca, una vez el camarero levanta la tapapato, aparece su clásico foie de pato micuit al humo de arce con chutney de naranjas amargas.
No estuvo mal pero me esperaba más, lo oí venerar mucho.
Tal vez mi paladar no aprecie esos sutiles ahumados.
Poco que decir que no se aprecie en la foto, el foie no era excelente pero si bueno.
Este plato viene acompañado de una copa de un sauternes que ellos distribuyen.
Arenque del báltico marinado, ensalada de papas aliñadas y salsa de yogurt y eneldo.
Este plato venía con una copa misteriosa de vodka y digo misteriosa porque pese a que me la ofrecieron 4 veces y camareros distintos no apareció por mi mesa, aprovecho para decir que el servicio fue .... facilmente mejorable por decirlo de una manera diplomática.
Había dos camareros para todo el comedor de abajo, imagino que se les habrá caído alguien a última hora, evidentemente esto no ayudó al éxito de la comida.
Por ejemplo, hubo un plato que nadie me contó, me lo tiraron ahí y se fueron, nadie me dijo lo que era y como no te dan papel del menú ni nada pues comes sin saber que coño comes.
A un camarero no se le entendía nada y el otro iba tan rápido y tenía tanta confianza que "pasaba de todo".
El plato muy predecible, no destacaba nada, y venía decorado con azúcar glass espolvoreado.
Pulpo de Galicia a la plancha con falafel y muselina de pimientos de Padrón.
El pulpo no me dijo gran cosa, correcto siendo benévolos, el falafel para echar a correr, pasado de fritura 3 pueblos, seco como un demonio y la corteza demasiado tostada, casi amarga, no me gusto nada de nada este plato.
Su famosos huevos de corral en sartén sobre mousse de hongos.
Lo primero, que cambien el nombre del plato y que pongan huevos de corral a la plancha porque esos huevos no vieron una sartén en su vida, no se aprecia en la foto por la capa de trufa, pero eran tremendos.
Con ese huevo de plancha de área de servicio, mi cabeza se negaba a que le gustara el plato, me parece una broma poner un huevo así en un restaurante de 110 eur el menú.
La crema de hongos (boletus edulis) muy sabrosa, quizás demasiado y un poco descompensada, se hace difícil acabarla por lo pesada, en el momento vienen con la trufa (trufilla según el camarero) y te inundan en plato con ella, más visual que otra cosa porque no aportaba apenas.
Brocheta de mero, salsa romescu y pesto genovés y patatas arrugás.
Así nos cantó el camarero el plato pero creo que es más bien su brocheta de mero con mojo rojo y batata asada, además como se coló en varios platos me inclino a creer esto último.
Una brocheta de mero en su punto de asado y el resto...ahí estaba, no me llegó tampoco este plato, a mi me parecen unas salsas indiferentes que se hacen en la thermomix en 5 segundos y yo en estos sitios busco algo más de cocina.

Llegaba el plato de carne tapado con una tapa extraña de esas, parecía un campanario, yo me esperaba algo contundente, sabroso, potente.En parte si lo fue y en parte no.
Paloma rebozada en pan chino y paté de su hígado y salsa de arándanos americanos.
La pechuga rebozada demasiado seca, odio los rebozados para estas carnes, encima la carne estaba demasiado pasada y seca, mal o muy mal.
La paloma no era de calidad pero algo mejor se podía hacer con ella que resecarla en un rebozado.
El paté absolutamente exagerado, está bien para comer una tostadina, pero ese pegote lo veo demasiado descompensado, tomé un poco y se volvió el resto para la cocina.
Venía acompañado de una salsa de arándanos.
Esperaba algún tipo de fondo o algo, nada, en toda la comida no hubo un fondo, nada, todo salsas ajenas al plato.
Llegan los postres, yo con mala sensación en el cuerpo y aguantando las ganas de mandar un sms a mi amigo porque no sabía muy bien que decirle, aun lo estaba asimilando, no entendía muy bien lo que estaba pasando ...
Todo esto para compartir entre dos.
Helados
Poco que decir, uno de yogurt o algo así y otro de higos de la chumbera con tequila reposado.
Arroz con leche
Muy bueno, grandísimo arroz con leche, no comparable a los grandes de nuestra tierra pero me quedé con un buen final, un buen sabor de boca, por el arroz con leche quiero decir.
Pasión por chocolate.
No soy chocolatero pero admiro y valoro los buenos postres con chocolate, este no me pareció de esa selecta lista.
Luego llega un té morito y la cuenta en un original "recipiente", destapaban el sombrero y ahí estaba la dolorosa, genial detalle.
El te un pelín pasado de agua de azahar para mi gusto, no me gusta nada el agua de azahar y estaba bastante presente.
Que si me gustó??? nada de nada y cada vez que veo las fotos y lo recuerdo, menos.
Acabo con dos cosas, una, hasta la mitad de la comida la cosa fue bien, a partir de ahí la gente empezó a fumar y allí no se veía ni se respiraba, la sala no ayuda mucho la verdad, mal, muy mal, horrible de mal, estuve muy mal agusto.
Y dos, en la primera mitad del menú vi a Abraham por las mesas, hablaba con la gente y tal, justo en ese momento nos traen un plato y yo como vi que Abraham estaba liado con una mesa y aun no venía a la mía, me puse a hacer fotos a mi plato, momento en el que el señor García acaba con esa mesa y se dirige a la mía, yo estaba acabando la foto, cuando le veo, apago la cámara y la meto en la funda dispuesto a hablar con él y demás, con las mismas se fue y no apareció más en toda la comida por la sala jeje.
Ignoro si fue casual, si le gustó o le es indiferente que hiciera fotos, si se mosqueó y me quemó el falafel (es coña) o lo que sea, no pienso nada y para mi es un gran profesional, quede claro.
Que a mi amigo con el que suelo coincidir en gustos gastronómicos le haya gustado mucho y a mi nada, no hace otra cosa más que enamorarme más aun de esto del comer, me encanta que pasen estas cosas porque el gusto es personal y estas cosas nos recuerdan lo que nunca debemos olvidar los blogadictos.
Y acabo diciendo que leí por ahí la polémica que hay con Viridiana y las estrellas michelín, los fans tienen mil y una teorías, los detractores otras tantas, para mi no está en la lista ni lo mencionan porque no lo merece, seguro que otros de los que si están tampoco, pero estamos hablando de este y para mi está bien como está, mala sala, mal servicio y su cocina no me gusta.